Tras la ventana

Gisele Jaquenod

Como no, llegó el otoño con todo su fuerza y poderío, no podía ser de otro modo. Hasta hace unos pocos días los cambios no fueron demasiado bruscos y en mi armario compartían espacio ropa de las dos estaciones, la entrante y la saliente pero hoy domingo ya no hay lugar para la duda. Aprovecharé un rato  para darle digna salida a lo que ya no voy a ponerme hasta dentro de unos meses y dedicaré el resto del tiempo a las mil labores del hogar que son un verdadero relax cuando tras los cristales domina el gris, hace frío y amenaza la lluvia.

Lectura, algo de música, un corto paseo con Tula por los alrededores y si al dibujo le cambiamos las tijeras por unas agujas de hacer punto (me encanta tejerle chaquetitas a mi nieta), ya está todo dicho.

Feliz domingo!