Glicinia III

La pasada tarde al llegar del trabajo - antes de las últimas lluvias -, me encontré con este espectáculo de color en que la suave luz del atardecer sobre las flores de la glicinia hace que aparezcan matices increíblemente hermosos, cálidos, distintos. Únicamente falta haceros llegar la dulce fragancia que lo inunda todo. Ahí os lo dejo. Sobran las palabras...

Rosa de Siria (Hibiscus)

El Hibisco es un arbusto muy cultivado por la belleza de sus flores. En climas subtropicales (mediterráneos también), la floración es continua y muy abundante. La flor en este caso de color rojo escarlata posee largos estambres con anteras amarillas, muy llamativas. Requiere una situación soleada, cálida y protegida.

Hay variedades menos vistosas pero bien adaptadas a nuestro clima, como la que aparece en la imagen inferior. El arbusto en este caso es de hoja caduca y la floración únicamente ocurre al final del verano y principios del otoño.

Zuecos de enano

Con ese nombre tan original (aunque su nombre científico es mucho menos divertido), no pude resistirme a fotografiar esta planta con sus peculiares flores de aspecto globoso que aparecen en los meses de primavera y verano. Se utilizan como planta de interior aunque también es posible cultivarlas en terraza o balcón, siempre en lugares bien iluminados aunque evitando el sol directo y con una temperatura fresca ya que el calor las marchita.

 Se ha de regar con moderación y procurando no mojar ni las flores ni las hojas. Y por lo que he leído es preferible adquirir la planta cuando esté a punto de florecer ya que su reproducción es algo complicada.