La pasada primavera, la glicinia que tengo plantada desde hace varios años junto a una pared y amarrada a un arco hecho con alambre grueso estuvo así de florida y con un intenso y agradable aroma. Creo que nunca había dado tantas flores.
Ahora se ha quedado sin flores pero sus hojas adornan y dan una agradable sombra al lugar. Hace unos días podé sus ramas más largas (algunas crecieron varios metros y es necesario cortarlas para mantener su porte) y planté unos esquejes para reproducirla ya que es a finales del verano el momento más adecuado.