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Siempre es agradable leer. Y mucho más disponer de tiempo para ello.
En mi nueva situación de reducción laboral es una de las cosas que más satisfacción me produce, poder dedicar a la lectura muchos ratos que antes me resultaban impensables ya que al final del día caía rendida por el sueño sin apenas abrir el libro que tenía empezado.
Y tengo que confesar que aunque mi entusiasmo por las nuevas tecnologías es evidente, lo del libro electrónico me costó un poco. En teoría siempre me pareció práctico, cómodo y lo mejor para tener al alcance de un "clic" un montón de lecturas pero los primeros libros que leí en ese formato me resultaron algo "fríos", me faltaba la sensación de "tener" entre las manos las palabras, si es que se puede expresar así. Poco a poco he ido dejando sentimentalismos y ya casi puedo decir que cada día le encuentro más ventajas.
Las horas distantes de Kate Morton, continua con el estilo y la narrativa de las demás obras de la autora, con personajes y hechos de principios de siglo que mantienen la intriga y el interés desde el principio.
Misión olvido de María Dueñas relata una historia mucho más actual, haciendo hincapié en valores como la reconciliación y las segundas oportunidades.
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