sábado, 19 de enero de 2013

Bendita lluvia!





Fin de semana lluvioso donde los haya, por otra parte muy típico de la estación y del lugar, nuestra Asturias de añoranzas para muchos y amores para todos, tarde de hogares encendidos, trabajos caseros pendientes y muchas muchas lecturas aplazadas. 

Es cierto que las entradas favoritas de este rincón virtual son las de plantas con sus colores y sus luces y sombras pero también es verdad que para que eso ocurra tiene que llover, enfriarse el ambiente y aletargarse la naturaleza. Así, la llegada de la primavera se vive con especial emoción: aparición de los primeros brotes en las ramas de árboles y arbustos, intenso resplandor en la hierba de los prados, maravillosos contrastes verdes y azules que no por conocidos y tantas veces contemplados, emocionan menos.



Me encanta el invierno cuando lo entiendo como antesala de mi estación favorita. Observo las glicinias sin hojas, y las imagino fragantes y cuajadas de racimos azul violáceo. Y me conformo con los helechos que tengo alojados en mi cocina para protegerlos de las inclemencias del clima, que me acompañan y me agradecen más que nunca los cuidados que les reservo.

Y aunque reconozco que me lo digo a mi misma, también os lo hago llegar a vosotros, ¡ánimo, que ya falta menos!