domingo, 11 de septiembre de 2011

Río Alba.




Hay lugares que nunca me canso de recorrer y esta senda-ruta-desfiladero es uno de ellos.  Me encanta su paisaje, lo cuidado de sus accesos, el pueblo de Soto de Agues con sus casitas de piedra llenas de flores y el río que acompaña durante todo el trayecto, a veces reposado y perezoso pero las más, danzando y brincando en pequeñas cascadas, sorteando todos los obstáculos que encuentra en su camino y con un agua cristalina y fría pero deliciosamente reconfortante. Lo se muy bien porque no me resisto nunca a bajar a sus orillas, meter los pies y aliviarlos de calores sofocantes (esta vez hizo mucho calor e invitaba todo el tiempo a darse un baño) y descansar un rato.
Ya se que hay muchos que les parece que el hormigonado del camino desmerece el recorrido pero yo solo veo lo bueno de disfrutar de una senda de mínima dificultad y cruzarme padres empujando los carritos de los bebés, y abuelos con sus nietos charlando animadamente.

2 comentarios:

  1. Veo que has disfrutado el puente como una "enana"( no sé si es políticamente correcto). Apetece hasta beber del agua transparente después de que la cantimplora se queda vacía. Antes decían: "agua corriente no mata a la gente" pero ahora con los detergentes, purines y otras sustancias que vayan al río igual ya no sirve el dicho.A

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  2. Cerca del lugar hay magníficos paisajes. Yo tuve la oportunidad de subir a "La Xamoca", entre Sobrescobio y Laviana, y la vista y sensaciones eran únicas. Una saludo. Marce

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